jueves, 9 de marzo de 2017

EXCURSIÓN AL MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA

La primera excursión en 3 años siempre genera muchos nervios... a algunos niños hasta les costó dormir la noche anterior. Salir del colegio y montarse en un gran autobús es cosa de mayores... y así se han portado, como unos niños mayores.
En el trayecto estaban con los ojos bien abiertos y cuando llegaron su sonrisa no podía ser mayor. Por fin estaban delante del museo.





Allí nos recibió nuestro guía Sergio que nos acompañó durante toda la visita y nos explicó con sencillez, diversión y magia  los tesoros que esconde este museo. 



Comenzamos en una sala donde jugamos al "Veo Veo..." Veo veo un ángel con alas de colores" . Sancho sirvió de modelo para explicar la diferencia entre un cuadro y una escultura. 




Continuamos hacia la segunda sala para jugar con los colores. Sergio traía una bolsa mágica de la cual sacó una lupa y una linterna. Gracias a Antonio que, sujetó pacientemente el rectángulo blanco, nos hizo varios juegos para llegar a la conclusión de que los todos los colores del mundo se hacen con el rojo, el amarillo y el azul.



 Nos dirijimos hacia otro cuadro y ahí Sergio nos preguntó qué queríamos ser de mayor...Claudia lo tenía claro..."Quiero ser médico" y fue así como comenzamos a hablar sobre lo que es ser pintor. Además nos explicó lo que era un retrato y un autoretrato.



Más adelante nos sentamos delante de un cuadro muy grande. Al principio no entendíamos bien lo que ahí se veía pero de nuevo con su bolsa mágica hizo aparecer un turbante, un traje de monje y mucha imaginación.




                       ¡Qué bien lo pasamos, remamos mucho para llegar hasta África! 





                                Enhorabuena a los actores y a la actriz, lo hicieron fenomenal.

Después recorrimos un patio precioso y antes de entrar en la última sala nos miramos los pies y caminamos así hasta entrar en la sala y a la de 1, 2 y 3... Tachannnn...  miramos al techo y fue impresionante...



Sergio nos contó la última historia y de nuevo sacó algo de su bolsa mágica... un huevo saltarín y nos desveló una poción para crear la pintura usando la yema del huevo y pigmentos de colores... Esa mezcla colorida la usó seguramente Murillo para pintar esos cuadros que nos rodeaban. A Murillo le gustaba tanto pintar que hasta usó una servilleta para hacer un cuadro.

 




Cuando terminó Sergio... Maxime dijo "quiero seguir jugando" y es que esta visita la vivimos como un juego y sabemos que es así como el aprendizaje sucede de forma natural.

Y tanto aprender nos abrió en apetito así que aprovechando la bonita Plaza del Museo, disfrutamos debajo de la sombra de los árboles de nuestro desayuno.








¿Cuándo repetimos?